Gonzalo García Solano, presidente de Xolomon, se embarcó en la aventura de desarrollar una herramienta al servicio de los investigadores clínicos hace ya 10 años. Hoy, al frente de una empresa líder del sector, nos cuenta cómo ha sido el camino hasta ahora, y hacía donde se dirige la investigación clínica.

¿Cuáles son los mayores retos a los que se enfrenta con Xolomon?

«Como reto inmediato más importante está terminar la nueva versión de nuestro software que será mucho más potente, evolucionada, fácil de hacer. Eso en cuanto a reto inmediato, a corto plazo. El reto Xolomon siempre ha sido ser inconformistas, ¿en qué sentido? Yo siempre pienso que todo se puede mejorar, que no podemos pararnos, que no podemos conformarnos con lo que tenemos pensando que ya es muy bueno, y que siempre tenemos que pensar que podemos aportar para ser mejores cada día, y ese es un reto con el que cada día entramos a trabajar, que es ¿cómo podemos ser mejores, mejorar para nuestros clientes, para que los pacientes de nuestros clientes tengan una mejor calidad? Y ese es un reto continuo.»

¿Qué cambios ha experimentado Xolomon en los últimos años?

«Piensa que muchísimos porque nosotros, hasta hace bien poco, éramos una startup, éramos tres empleados y nuestro modelo era que nosotros creíamos en lo que estábamos haciendo, pero necesitábamos que la gente creyera en lo que hacíamos. ¿Qué ocurre? Si miramos hacia atrás, nosotros llamábamos a una puerta y decíamos “tok,tok, hola, soy Xolomon, por favor úsame”. ¿Qué cambio hemos tenido y que evolución hemos tenido? Pues hombre, ahora ya somos unos players reconocidos, la gente nos llama a nosotros, se siente cómoda, eso a nosotros nos motiva y nos ilusiona, y eso es lo que nos hace querer cada día ser mejores. El cambio ha sido brutal, incluso en la calidad de la investigación, que eso también a nosotros nos motiva muchísimo. Nosotros entrábamos en modelos de investigación muy primarios, y hoy estamos en centros de investigación de primera línea, y eso indudablemente te hace crecer a nivel personal.»

¿Cómo le ha afectado a Xolomon la evolución del sector?

«Absolutamente de forma favorable. Hace unos años, toda la tecnología que existía para un médico era escribir a bolígrafo en un papel (aunque todavía hoy en día, tristemente, se sigue haciendo), y la gran evolución fue un sistema informático que tenía una caja de texto para que lo que escribían en papel lo escribieran en esa caja. Hoy en día, el mundo de la investigación es lo que la F1 al mundo automovilístico: el banco de pruebas donde se testa todo lo que luego se va a llevar a la práctica en la medicina del día a día. Entonces, por fin, la sociedad investigadora se ha puesto en punta de lanza de la medicina. Eso conlleva una evolución en la tecnología, y como empresa tecnológica del sector eHealth nos sentimos apoyados y en un momento brutal de crecimiento, expansión y necesidad.»

¿Cuál es el futuro de la investigación clínica?

«Yo creo que el futuro de la investigación clínica, como te decía de la evolución, debe ser la piedra angular de la medicina. Históricamente, la inversión en la investigación siempre se ha entendido como un gasto y, como decía antes, es como la F1 al automovilístico, todo dinero que se invierte en investigación tiene un grandísimo retorno en el mundo de la medicina. Y sobre todo en el aspecto económico, pues todo avance médico camino a una detección precoz de enfermedades redunda en un menor gasto y en una mayor calidad de vida. Al final, no nos olvidemos que la industria farmacéutica, la principal financiadora de la investigación, no deja de ser una empresa que persigue unos beneficios y una cuenta de resultados. Pero también tenemos que pensar, y nunca se debe perder ese foco, en la calidad de vida del paciente. Hay que entender que el futuro de la investigación clínica cabalga a cada día ser más importante. Por fin, yo creo que la comunidad mundial se ha dado cuenta, quizá con esta pandemia, que toda detección precoz y anticipación a eventos posibles genera una calidad de vida y un menor coste sanitario.»

¿Cómo son los profesionales que forman parte de la compañía?

«Buena pregunta. Te diría que son jóvenes, dinámicos, positivos, motivados, que yo ya tengo 52 años y ellos de media 25/26, y que aprendo con ellos y de ellos cada día. Esa es la parte humana, personal. Y en la parte formación, suele ser gente de ciencias médicas y de la salud, e ingenieros informáticos, ingenieros bioinformáticos.»

¿Hacia dónde se dirige Xolomon?

«A ser uno de los players más importantes del sector eHealth del mundo. Ahí lo dejo.» Se ríe.

¿Consideras a Xolomon tu legado?

«Es una pregunta muy personal, y tiene una parte de romanticismo. Yo fundé Xolomon porque mi mujer tuvo un cáncer. Y se curó, y es una persona maravillosa y sana. Pero siempre pensé que mi mujer se curó porque alguien como yo, en su día, invirtió en investigar, para que ella se pudiese salvar. Entonces, si, es mi legado. A mi que, como empresario y emprendedor que soy, busco fundar una compañía. Si tiene ese prurito romántico de aportación a que, en un futuro, alguna mujer gracias a que yo desarrollé un software con el que se pudo investigar enfermedades, y me hace sentir muy orgulloso.»